Cerré la taquilla del cine sobre las once de la noche. Mi
marido Lorenzo me esperaba como siempre frente al cine Augusta.
Salimos de Palma inmediatamente
rumbo a Banyalbufar. Después de un rato conduciendo atravesamos Esporles y
seguimos el camino serpenteando las curvas de esa endiablada carretera. Estaba
muy oscuro, y de pronto descubrimos una serie de luces delante de nosotros;
flotando. No sabemos cómo, pero de
pronto aparecimos con el coche en marcha en dirección contraria a la que veníamos, dirección a Palma.
F.J.R. Vecina del Camp Redó de Palma (Islas Baleares). Verano de 1.986
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